DEPORTE Y RENDIMIENTO: DOPAJE
Cuenta la web eurosport como Eric Cantona, en su época como
jugador en el Marsella, llegó al vestuario para cambiarse y vio un mensaje
escrito en la pizarra: ‘Hoy, pinchazo para todos’. El genial jugador montó en
cólera y añadió… ‘menos para Cantona’. Este episodio sirve para ilustrar una
regla relativa a dopaje en el deporte que parece no estar escrita pero ser tan
real como el aire que respiramos, y es que los profesionales, en privado,
reconocen que existen estas prácticas de dopaje… pero en público defienden la
limpieza de su gremio.
Este tema empieza a estar cada día más en medios de
comunicación y en la boca de aficionados al deporte, que no terminan de querer
creerse que el dopaje forma parte del día a día de algunos (no vamos a decir
muchos) deportistas y en determinadas disciplinas. Y es que es incuestionable
el hecho de que una buena preparación física acompañada de determinados
productos dopantes permite a los jugadores ganar muchísimo en resistencia,
musculatura, rapidez. Vamos, convertirse en seres sobrenaturales, que es lo que
en muchas ocasiones nos parecen algunos deportistas.
Hasta el momento, el mundo del balompié había quedado al
margen, sin embargo, cada vez más voces se alzan y señalan que sí existe dopaje
en el fútbol. En España, tenemos recientemente el caso, aún por esclarecer, de
la Real Sociedad. Entre los años 2001 y 2007, según acusaciones del entonces
presidente del club, Iñaki Badiola, apuntan a que durante ese periodo los
futbolistas tomaron sustancias prohibidas… y el club llegó a ser segundo en Liga.
Pero bueno, el caso es que cuando profesionales y eminencias
en la persecución y denuncia del dopaje como es el caso del doctor Jean
Pierre-Mondenard apuntan que el dopaje sí es relevante en el fútbol, es que
algo falla aquí. Vamos, cuando el río suena… agua lleva. ‘Se puede afirmar que
un futbolista bien preparado con EPO, anabolizantes o transfusiones, correrá
más tiempo, chutará más fuerte y saltará más alto y con más potencia que uno no
preparado’, ha declarado Pierre-Mondenard.
Alejandro
López del Castillo López-Tercero 4ºB
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